¿Cómo olvidar la pasión que guardan tus besos, el deseo
oculto que brinda tu piel, la sensibilidad de tus miradas, tu alma quemando mi
ser... ?
Tu rostro de niño cabalga mi memoria.
Palabras de aliento me diste aquellas veces en nuestros encuentros.
Tu rostro de niño cabalga mi memoria.
Palabras de aliento me diste aquellas veces en nuestros encuentros.
No olvido, esta intacta la ultima salida juntos: el
cine, la gente, tu risa, el silencio, la despedida... Quiero reencontrarme
contigo. Pienso que sigues allí, anhelante de un beso profundo, esperando una
tierna caricia, descubriéndonos, evitándonos, a la vez quemándonos de ganas de
amar.
El olor de tu cuerpo es la fragancia de la esperanza. Hoy confieso que soy tímida ante una mirada tuya; como declaro que al cerrar los ojos te siento y me dan mas ganas de sentirte, de no dejarte ir, de escalar la escalera que conduce al centro de tu vida. Eres pasión. Frente a ti, a solas contigo, mis manos tiemblan y es por el frío que transmite al contacto con tu suave piel. Se me eriza hasta la misma alma al tocarla... Sabes que no hizo falta la entrega profunda, nuestros cuerpos fundidos por el calor del amor, para saber el deseo que encerraban tus ganas, sensaciones indescriptibles normalmente humanas. Te siento, te anhelo, me haces falta. Extraño tus abrazos.,tus besos. Después de conocerte y de tenerte cerca, no me resisto a pensar en tener otro hombre entre mis brazos; eres tú, sólo tú. Son muchas caricias las que guardo para darte, ¡tengo tantas ganas de consentirte...!, besar tus pies, tus caderas; recorrer palmo a palmo cada punto específico de tu anatomía corporal; conocer lo que no descubrí y por cada beso: enamorarme más de ti.
El olor de tu cuerpo es la fragancia de la esperanza. Hoy confieso que soy tímida ante una mirada tuya; como declaro que al cerrar los ojos te siento y me dan mas ganas de sentirte, de no dejarte ir, de escalar la escalera que conduce al centro de tu vida. Eres pasión. Frente a ti, a solas contigo, mis manos tiemblan y es por el frío que transmite al contacto con tu suave piel. Se me eriza hasta la misma alma al tocarla... Sabes que no hizo falta la entrega profunda, nuestros cuerpos fundidos por el calor del amor, para saber el deseo que encerraban tus ganas, sensaciones indescriptibles normalmente humanas. Te siento, te anhelo, me haces falta. Extraño tus abrazos.,tus besos. Después de conocerte y de tenerte cerca, no me resisto a pensar en tener otro hombre entre mis brazos; eres tú, sólo tú. Son muchas caricias las que guardo para darte, ¡tengo tantas ganas de consentirte...!, besar tus pies, tus caderas; recorrer palmo a palmo cada punto específico de tu anatomía corporal; conocer lo que no descubrí y por cada beso: enamorarme más de ti.
Es lindo levantarse cada madrugada y encontrarte allí tan
quieto y sereno. Te contemplé mientras dormías. Te robé muchos besos. Tu
ternura dibujaba la inocencia. No fue difícil enamorarse. Hoy, en este exilio
al que me has enviado, te suplico -más que una suplica es un ruego-: regálame
sólo un día más junto a ti; sólo un día donde me permitas hablar y donde puedas
escucharme.
Pequeñito: quiero estar siempre contigo…TE AMO! Edwing